LOS TIEMPOS CAMBIAN, LAS CÁRCELES PERMANECEN
Los tiempos cambian, algunas cosas evolucionan, otras se camuflan, pero otras siguen en esencia igual.
Una de las que parecen no cambiar es el sistema penitenciario y todo lo que lleva aparejado.
Por un lado por el mismo sistema en sí. Aún con tímidos intentos de mejora en las condiciones de vida en las últimas décadas el concepto de cárcel como almacén de personas marginadas esencialmente no cambia.
Las últimas reformas, de hecho, han incidido en la idea de la cárcel de siempre: del puro concepto punitivo. Si no es así ¿Qué otro sentido puede tener el implantar la cadena perpetua si no es la idea del castigo? Ni tan siquiera se recurre a maquillar las penas de prisión con la idea de reinserción. En el mismo espíritu de la ley parece que se asuma ya poco menos que la intrínseca maldad del condenado.
No nos podemos llamar a engaño. Porque en los últimos años haya descendido levemente el número de personas encarceladas en el Estado Español hasta las 65.000 que hay en estos momentos, eso no quiere decir que haya desaparecido el hacinamiento, o que las condiciones carcelarias sean mucho mejores.
Muchos males endémicos ahí siguen. Las las personas presas enfermas que mueren entre rejas, los suicidios o la dispersión aplicada a quien se atreve a plantar cara. Tampoco ha desaparecido la idea que llevó a construir las macrocárceles totalmente alejadas de cualquier población, como pena añadida a las familias y amigas que quieren acudir a las visitas. Familias para las que, a menudo, supone un gasto considerable.
Es positivo que existan alternativas al talego, algunas hay, aunque se aplican poco. Pero pensamos que es malo que no cambie el concepto social de la cárcel como vertedero de personas. Una parte de la ciudadanía ve normal que un adicto o un enferma mental termine en el talego. No falta quien vea normal que sean inmigrantes los que pueblen las cárceles o que una persona transexual tenga muchas más posibilidades de terminar encarcelada. Es más fácil normalizar esto que pararse a pensar que son las condiciones económicas las que crean el delito y no la procedencia, la elección de género o simplemente la enfermedad. No queremos olvidarnos de los/as presos/as políticos/as. Sí, los/as hay. Por montajes policiales y por sentencias de ese auténtico tribunal de excepción que es la Audiencia Nacional. Con penas totalmente desproporcionadas y sometidos a dispersión.
También es conveniente meter el dedo en la llaga y asumir que la cárcel, como reflejo fiel de la sociedad, no deja de ser un espacio donde muchas personas permanecen pasivas. En el que se echa en falta que sean las personas presas las que generen la resistencia a sus condiciones de vida. Aunque fácil no es. Quien planta cara sabe lo que le espera. Por lo pronto bien puede ser que una paliza y luego un largo viaje a otra cárcel. Eso, por no hablar del oscuro lado de la medicación forzosa.
No queremos agobiar con datos. La realidad está allí y esperamos que no tengas que conocerla desde dentro. Pero te invitamos a hacer una visión crítica de lo que sucede tras los muros. Aquella que rara vez se refleja en los medios.
Porque parece que algunas cosas cambian, pero otras siguen igual de mal o peor. Nos tememos que la cárcel es una de ellas.
LAS CÁRCELES NO SIRVEN, LAS MACROCÁRCELES TAMPOCO.
SABADO 12 DE MARZO
- 12h. Vermú sin rejas. Música, tapas veganas y actuación "Los barrotes hablan". Solar del Conejo
VIERNES 8 DE ABRIL
- 19h. Presentación de la "Guía Antirrepresiva. Derechos y libertades para la lucha social" en el CSO KIKE MUR.
SÁBADO 9 DE ABRIL
- 15h. Comedor popular vegano en el CSO KIKE MUR
- 17:30h. "Hazlo tu mism@ y colabora con la marcha".
- 19h. Presentación del libro "Trampas y tormentos, para una ecología del castigo en el reino de España" a cargo
de su autor Daniel Jiménez en el CSO KIKE MUR.
La programación de actos (de 12 a 18h) fue la siguiente:
- Vermú y comida popular
- Taller de cartas
- Radio Hawai en directo
- Performance anticarcelaria
- Mesa redonda de solidaridad dentro y fuera de los muros
- Teatro con los Mancusos
- Charlas informativa sobre diferentes casos represivos a movimientos sociales y disidentes
- Concierto: La Fauna + Poncela y Lafu Rap
Quince años cuestionando la prisión [Crónica de la XV Marcha contra la Macrocárcel de Zuera]
La decimoquinta edición de la Marcha contra la Macrocárcel de Zuera cumplió este domingo, y un año más, su propósito. Una idea sencilla: llevar la crítica al sistema penitenciario al aparcamiento de la macrocárcel de Zuera, pero también mucho más allá
Una propuesta que pasa por aunar sensibilidades anticarcelarias desde las ciudades de Zaragoza y Uesca sobre todo, pero que este año ha agrupado a gentes venidas de otros puntos de Aragón y también de Lleida, Barcelona, Valencia, Madrid o Burgos que han resistido a una climatología inclemente.
Varias decenas de personas se concentraron desde aproximadamente las 12.00 de la mañana tras el habitual control de la Guardia Civil. Llegadas en autobús, fletado por la Iniciativa Ciudadana contra las Macrocárceles desde Zaragoza o en vehículos particulares. También acudió un grupito de aguerridos y aguerridas ciclistas, que partieron desde el barrio de la Madalena.
Desde mediodía emitió un año más Radio Hawai, proyecto que conecta con el interior de los muros y que este año sacó una camiseta conmemorativa de este peculiar proyecto de radiodifusión que emite un solo día al año.
A través de las ondas se pudo escuchar lo que se fue desarrollando en el aparcamiento, que no ha sido poco.
Para empezar un grupo de mujeres solidarias procedente de Iruña representó una performance en la que los testimonios de lo que ocurre dentro de la prisión se expresaban como un martilleo, una constante lluvia de frases que daba idea de la abrumadora realidad carcelaria.
Tras la performance, varias personas expresas contaron la importancia de la solidaridad dentro y fuera de los muros, como hacía referencia el manifiesto de este año de la marcha anti-represiva.
Y un año más la música tomó la voz, en este caso nunca mejor dicho, con la actuación del grupo de hip hop la Fauna que, desde Lleida, trajo sus sones, también vía radiada, a las personas presas.
También un año más, fieles a su cita, el grupo teatral los Mancusos actuaron e hicieron reír, con sus grandes dosis de humor negro, a todo el personal.
Empezó la lluvia, lo que no impidió servir la comida elaborada desde el CSO Kike Mur a todas las personas asistentes, al tiempo que se desarrollaba el taller de cartas y postales. En unos días decenas de presas y presos recibirán un puñadito de misivas de gente anónima que no los conoce pero tiene algo que contarles.
Con una breve tregua del chaparrón se dio un repaso a diferentes casos represivos en todo el estado. Actualización de viva voz de noticias que nunca saldrán en la mayor parte de los medios.
Como fin de la jornada nuevo concierto de rap con Poncela y Lafu Rap, que finalizó entre un tremendo chaparrón que obligó a recoger los bártulos y volver a casa a las y los presentes a más velocidad de la esperada.
Si bien la valoración de este año es especialmente positiva, por todo lo que supone cumplir una quincena de años con un mensaje rupturista con el modelo de prisión, entendido como un castigo al diferente y un almacén de excluidos, la propuesta es un más allá.
Desde la organización se quiere extender la movilización, llegar a más desde el discurso, pero también geográficamente. Porque las rejas van a seguir, el modelo de macrocárcel sigue muy presente y la crítica al sistema penitenciario tiene que ser más amplia.
En Aragón se ha plantado una idea que puede arraigar. De todos y todas será labor hacer esa raíz más profunda.